Tipos de impotencia

La impotencia es no sólo causadas por la vejez o una enfermedad. La impotencia no es sólo una cosa física, sino una cosa mental. El cerebro es más poderoso que usted conoce y que puede causar diversas afecciones en el cuerpo, incluyendo la impotencia.

impotencia funcional y psicosomática

Hay dos tipos de impotencia. La primera se llama funcional. Si un hombre está sufriendo de impotencia funcional, significa que uno va a través de las funciones corporales anormales que lo obstaculizan su capacidad para lograr una erección. Estas funciones corporales anormales causan cantidad insuficiente de sangre fluya al pene. impotencia funcional es generalmente causada por la condición del cuerpo como tener baja presión sanguínea o la diabetes.

El tratamiento para este tipo de impotencia depende del tipo de afección o enfermedad está causando. Lo mejor es ver a su médico para que le puede asesorar sobre cómo tratar su enfermedad y, finalmente, su impotencia también.

El segundo tipo de impotencia se llama psicosomático. la impotencia psicosomática generalmente es causada más por el estado mental actual en lugar de la física. Tener ataques de ansiedad o revivir experiencias traumáticas que continúan molestar a ti es una de las principales causas de la impotencia psicosomática.

El tratamiento para este tipo de impotencia toma mucho más tiempo y esfuerzo para hacerlo. La única manera de tratar esto es mediante la consulta con un psicólogo y, posiblemente, pasando por la terapia psicosexual. En la terapia psicosexual, el hombre y su pareja se aconseja y se les da técnicas o ejercicios para ayudarles a superar cualquier problema que puedan tener en su relación sexual. Tener discusiones y actividades puede ayudar a disminuir la ansiedad que provoca este tipo de impotencia. La modificación del comportamiento es otra cura para la impotencia psicosomática. Al obtener una visión positiva de uno mismo y el rendimiento, esto puede mejorar la propia actitud y reacción con el sexo. Esto puede tomar tiempo, pero vale la pena en el largo plazo.

Source by Kent Pinkerton

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